Gobernar con “Podemos” es como conducir un autobús en
sentido contrario en una autopista. Puede que no hagas daño a nadie, puede que
no te pase nada, incluso puede que te salga bien, pero serás siempre un
perfecto imbécil.
Que un profesor de Universidad se permita dar consejos sobre
gobernabilidad es como cuando el
pianista se pone a tocar más fuerte cuando hay pelea en el casino. A nadie le
importa y lo más probable que le pase es que le rompan una silla en la espalda.
España se ha vuelto en un país porno tan gradualmente que no
me he dado cuenta (adaptado de Los Simpson)